sábado, 20 de junio de 2009

Un buen material didáctico multimedia


Sin lugar a dudas nos encontramos en la sociedad del conocimiento, de la tecnología, cada día nuestras necesidades y demandas se encuentran direccionadas hacia distintos productos que la multimedia nos ha entregado, pues una de las grandes ventajas de la utilización de los mismos recae en la facilidad que existe a la hora de satisfacer de forma cómoda y eficaz nuestros anhelos.
Ha llegado a tal punto la demanda, que cada vez resulta menos difícil observar distintas formas de fiscalización de estos, pues ello nos entrega la seguridad de una adecuada protección de los contenidos que se espera producir con los mismos.
Si consideramos las líneas recientemente mencionadas, fortalecer las condiciones que han acercado a dichos elementos tecnológicos a la educación es algo más fácil, pues si los percibimos como medios útiles, atractivos, seguros y convenientes ¿Por qué no han de ser reconocidos como medios fortalecedores dentro de la enseñanza?
Bueno es así como una vez más la educación desgasta sus recursos para lograr abordar de forma lúdica distintos objetivos, buscando ante todo el manejo de un material capaz de favorecer realmente aprendizajes, es decir un material de calidad.
Es así como se considera el manejo de material didáctico multimedia, un medio que al ser utilizado de la manera indicada permite mejorar el logro de distintos objetivos , claro está siempre y cuando las condiciones que enmarcan a dicho elemento cuenten con las características necesarias, entre las cuales se encuentra:
La facilidad de su uso, permitiendo al que lo desee su manejo.
El ser adaptable, es decir que sea capaz de integrarse y complementarse con distintas herramientas en escenarios diferentes.
Debe tener calidad audiovisual, tanto en su diseño (siendo atractivo) como en su estética, además de una buena complementación entre los aprendizajes a esperar y los medios con que se cuenta para propiciarlos.
Calidad de los contenidos, siendo la información claramente presentada.
Correcta ortografía (para impedir equivocaciones).
Además del buen funcionamiento de elementos como: la navegación, la velocidad, ejecución del programa, entre otros.
La utilización de programas que presenten entornos originales.
Relación directa entre los intereses de los estudiantes y el material ( que sea significativo).
Capacidad de adecuación a las necesidades de los usuarios (tiempo y espacio).
Manejo de recursos multimedia que permitan la adquisición de aprendizajes de por parte de los usuarios (que no los dificulte).
En cuanto se refiere a las actividades, estas deben permitir a los usuarios la adquisición de conocimiento a través del ensayo y error, además de fomentar la estimulación de distintas habilidades.
No debe olvidar su condición de elemento constructivista.
Debe contar además de un manual claro.
Por último debe tener presente dentro de su diseño, aprendizajes que los estudiantes hayan podido adquirir con anterioridad.
En síntesis, no es posible reconocer la calidad de un material didáctico multimedia sin antes haber fiscalizado el cumplimento de las características recién señaladas, por ello es fundamental tener presente en qué consiste cada una de ellas, ya que el valor de los aprendizajes que pueden ser propiciados a través de este medio es incontable.

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